Grecia le pide a Europa un acuerdo de dos años para poder financiarse.

La noticia sacudió otra jornada cargada de dramatismo, con Grecia sumida en un caos financiero que la obligó a imponer un "corralito" para evitar un colapso de su sistema bancario y tener que imprimir nueva moneda, lo que implicaría, de hecho, su salida del euro.
Mientras se sucedían propuestas y contrapropuestas, unos 13.000 partidarios del "sí" en el referéndum griego sobre la permanencia en el euro se congregaron en la misma plaza de Atenas que ayer cubrieron decenas de miles de partidarios del "no" y favorables al gobierno.
Apenas anunciada la solicitud, el ministro de Finanzas holandés, Jeroen Dijsselbloem y jefe del Eurogrupo -integrado por los ministros de Economía y Finanzas de la zona del euro-, anunció que el foro celebrará hoy una teleconferencia extraordinaria para analizar la petición griega del que sería su tercer programa de financiación en cinco años. La conferencia fue convocada para esta noche, dijo Dijsselbloem, luego de que el gobierno griego le enviara el pedido con copia a las instituciones acreedoras para firmar un nuevo programa.